jueves, 1 de marzo de 2007

Natalia


Las mentiras siguen apoderándose de lo que antes fue una bella verdad, ahora no queda mas que aprender a sonreír sobre las lagrimas y el dolor, la tarde es cada vez mas corta y la noche se prolonga frente a mis ojos y mi insomnio, me arrodillo ante el cielo para que todo esto sea un sueño, pero todo indica que es una maldita realidad. Cada suspiro enciende mis recuerdos y activan mi llanto húmedo y ansioso. Ya no quedan palabras que consuelen mi lastimada alma, voy perdiendo el sol que encandilaba mis mañanas, hay una estructura de concreto en mi ventana, hay oscuridad en los días que me restan.
Pensé que el tiempo curaría algunas heridas, pero creo que las infectó aun mas. Detrás de mi cabeza hay un revolver que me obliga a ser un insecto, pero tengo paciencia, espero que algún día aprete el gatillo, para convertirme en esa sombra que se divisa en los pasillos del que fue mi hogar.
Mi hogar, mis sentimientos, mis debilidades, mis angustias, mi buen espíritu, mi ángel, mi juventud, mi luz… todo lo que soy, quedará en el cajón de tu vida, y en el corazón de las buenas personas, es demasiado tarde para arrepentirse de esta oferta tan tentadora. No busques mas soluciones, porque yo ya la conseguí y nadie podrá parar el curso de la vida, pero me llevo mi verdad, mi poderosa verdad.